Totiaran Baqueira
Historias y leyendas en el Valle de Arán

Pasear por los pueblos y enclaves de la Val d’Arán hará tus delicias como visitante, no sólo por la belleza de sus paisajes, sino también por sus maravillosas y aún vigentes leyendas. Algunas rodeadas de ficción y otras completamente reales, convierten la experiencia en algo mágico. 

 

Muchas de estas leyendas y creencias pueden verse incluso en las tradiciones y danzas más populares de Aranes como la quema de Eth Haroor Taro en la festividad de San Juan. Se celebran cada año con la expectación de los turistas que quedan cautivados por su carácter genuino.

El ciclo de las estaciones es el origen de muchas de las celebraciones. El final del invierno siempre ha sido un momento muy celebrado, ya que anunciaba el fin del frío y el sufrimiento. La incipiente primavera traía consigo una visión optimista y alegre del mundo y daba paso a una fiesta muy conocida en todo el Pirineo y, en general, muy arraigada en la cultura gascona. 

 

Tradiciones y leyendas del Valle de Arán

Las danzas que se celebraban en Arán durante la segunda mitad del siglo XIX eran numerosas y diversas y muchas de ellas siguen vivas hoy en día. La más popular (cada pueblo tiene la suya) es la Aubada en la que los chicos cortejan a las chicas. 

Pasemos entonces, a dar un vistazo a seis de las mayores historias y leyendas del Valle de Arán…

 

1. Eth hulet y la magia del fuego

Tanto en Les como en Arties, pervive la tradición de quemar un tronco de abeto en la noche más larga del año (la noche del solsticio de verano, la víspera de San Juan). Se trata de una tradición milenaria que se cristianizó, aunque sus orígenes proceden de una tradición celta. La leyenda cuenta que, cuando se creó el mundo, un gnomo llamado Erulet fue rechazado tanto en el cielo como en el infierno por su maldad y quedó atrapado en el Valle. Desde entonces, los vecinos esparcen las ascuas del Haro por calles y caminos y bailan a su alrededor, al son de acordeones, para ahuyentar a este espíritu maligno. No obstante, la tradición celta cuenta que la quema del Taro o Haro fertiliza a la madre Tierra, por lo que se prevén buenas cosechas.

 

2. La roca de los 9 hoyos 

Hay un itinerario que comienza al final de la calle donde hoy se encuentra la Oficina de Turismo de Vielha. Asciende, paralelo al río Nere, hacia el puerto de montaña de Vielha por el túnel. El itinerario también está envuelto en la leyenda que explica la ofrenda de la iglesia parroquial a San Miguel

La tradición oral cuenta que el diablo y el arcángel San Miguel se encontraron en este camino y acordaron disputarse el dominio del valle. Decidieron lanzar piedras a la pared montañosa opuesta (por donde actualmente discurre la N-230). El ganador fue el arcángel por 9 a 1, quedando así el valle bajo custodia celestial. Por ello, los araneses dedicaron su iglesia a San Miguel. 

 

3. Mandronio, el gigante.

Otras leyendas muestran indicios de ser en cierto modo ciertas, como la de Mandronio el Gigante. La gente afirma que luchó contra los invasores romanos, vivió escondido en una cueva en los alrededores de Betlan y pasó sus últimos días en Garòs, donde ordenó a sus hombres cavar su tumba. 

A mediados del pasado siglo XX, un vecino de la zona que estaba cavando para plantar patatas, encontró los restos de un esqueleto de gran estatura. Se asegura que, durante años, la impresionante torre de la iglesia de Garòs guardó el cráneo atribuido a Mandronio el Gigante. Algunos guías araneses incluyen la visita a la cueva donde vivió el gigante de buen corazón, y explican esta bella historia en sus itinerarios culturales.

 

4. La maldición de Maladeta.

El macizo de la Madaleta y el Aneto están estrechamente relacionados con la Val d’Aran. Se puede acceder a ellos por bellas pero duras rutas a pie desde la Artiga de Lin o siguiendo los caminos de la sierra de Horno. En el pasado, los pastores supieron aprovechar los pastos que rodeaban este bello entorno natural.

Se cuenta que un viajero pidió cobijo y comida a un pastor cuyas ovejas pastaban en las laderas de la Madaleta. Según la leyenda, el pastor le contestó que si quería protegerse del frío y de la lluvia podía tumbarse bajo una roca. El viajero le contestó que serían el propio pastor y sus ovejas los que se convertirían en piedra. Desde entonces, el Aneto siempre ha estado cubierto de nieve. La gente asegura que las estatuas de piedra están enterradas bajo la nieve y que el viajero era el mismísimo Dios.

 

5. Los amantes de Bausen. 

La leyenda más hermosa contada por los ancianos del valle fue tan real como la vida misma y tuvo lugar en Bausen (Baish Aran) a principios del siglo XX, cuando la iglesia aún tenía poder sobre la vida de los feligreses. 

En los años veinte, dos jóvenes de esta bella localidad se enamoraron tan profundamente que cautivaron a sus vecinos, que admiraban profundamente el amor que se profesaba la joven pareja. Un día decidieron casarse, pero el párroco les exigió una gran suma de dinero como dispensa, ya que eran parientes, aunque lejanos. Decidieron seguir adelante con su relación y vivir juntos hasta que Teresa enfermó y murió a la temprana edad de 33 años. 

El cura, ni siquiera entonces, accedió a darle cristiana sepultura en el cementerio del pueblo. Ante la desesperación del amante de Teresa, con gran indignación, todos los vecinos sin excepción cavaron otra tumba y la enterraron, dignamente, en el cementerio civil donde reposa actualmente. Su hijo, vástago de aquel amor, coloca todos los años flores frescas en su tumba.

 

6. Pla de Beret y Montgarri.

Cuenta la leyenda que el Pla de Beret fue un lugar en el que las brujas realizaban encuentros mágicos, por lo que probablemente tenga un encanto especial. Durante el verano, se puede disfrutar de ver caballos y vacas pastar junto a sus crías por estos prados. 

Desde el Pla podrías seguir un camino que te lleva por los pastos, adentrándose poco después en un bosque, en ruta al santuario de Montgarri. Sin duda, una ruta de fácil acceso que nos regalará multitud de fotografías.

¿Qué visitarás cuándo vengas a la Valle de Arán? El alojamiento ya lo tienes asegurado.